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Botella al Mar

Una bitácora en español sobre diversos temas de actualidad y cultura. Una botella lanzada a la inmensidad de la Red.

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Lugar: Spain

lunes, marzo 27, 2006

Queremos saber

Afamados prestidigitadores participaron en el cambiazo de la mochila de Vallecas

Es un hecho. Nuestras peores pesadillas convertidas en realidad. En su declaración ante el juez, el inspector jefe Miguel Ángel Álvarez confirmó que parpadeó varias veces (ni siquiera puede precisar cuántas, vaya policía) durante su actuación en la estación de El Pozo. Esta información fundamental había sido ocultada a la opinión pública hasta ahora. ¿Por qué parpadeó Álvarez? ¿Por qué no lo supimos antes? ¿Qué oculta Del Olmo?

Seguramente nuestros avezados lectores habrán entendido la trascendencia del parpadeo. Es bien conocido que un prestidigitador experto puede escamotear cualquier objeto en un parpadeo. ¿Quién nos dice que no había prestidigitadores presentes en el Pozo del Tío Raimundo? De hecho, este investigador ha comprobado fehacientemente que el Mago Chispita es usuario habitual de ese tren. NO CABE DUDA DE QUE CHISPITA ES UNA PIEZA FUNDAMENTAL DE LA TRAMA. Si David Copperfield puede hacer desaparecer la estatua de la Libertad en un parpadeo, es evidente que cualquier prestidigitador puede hacer lo mismo con una mochila, objeto que, según peritos consultados por este investigador, es mucho más manejable que dicha estatua.

A partir de este dato, todas las alarmas se disparan. ¿Hubo una conspiración mundial de prestidigitadores para cambiar el gobierno de España? ¿Estuvo Copperfield involucrado en ella? ¿Y el famoso ateo James Randi, diabólico escéptico que ha intentado repetidamente desprestigiar al gran Uri Geller? ¿Estaba Randi informado de que el gobierno Rajoy pensaba nombrar a Geller ministro honorario del Cucharón Doblado, y maniobró para impedirlo? Entre más piensa uno en ello, más probable parece.

EXIGIMOS QUE EL JUEZ DEL OLMO INTERROGUE AL MAGO CHISPITA, A DAVID COPPERFIELD Y A JAMES RANDI. QUEREMOS SABER.


No es mi intención hacer humor con este tema. De hecho escribo desde la indignación. Teorías sólo levemente menos ridículas que ésta, con aproximadamente el mismo apoyo en evidencias y con exactamente los mismos argumentos, han sido expuestas hasta el cansancio por personas que se llaman a sí mismas periodistas, a las que a su vez presta credibilidad el mayor partido de la oposición.

He omitido toda mención a las víctimas porque los conspiranoicos hacen lo mismo. A lo más las mencionan de pasada, porque lo que les importa realmente es su utilización mezquinamente partidista, su invocación hueca como excusa para sus delirios. Leyendo a los conspiranoicos, uno llegaría a la conclusión de que el 11-M tuvo una sola víctima, o al menos una muy principal: el PP.

Desgraciadamente han logrado convencer a un sector de las víctimas de que tienen razón, y esas víctimas se prestan a la manipulación política, intentando lo imposible: que la realidad coincida con sus deseos. Y a las otras víctimas, las que no se creen el cuento, las han zaherido y calumniado sin piedad, acusándolas de no querer saber la verdad. A ambas las han sometido al bombardeo constante de noticias falsas que no pueden hacer otra cosa que hacerlas revivir el dolor. Y todo ello, repito, por intereses sectarios y mezquinos.

En cualquier país normal tanta mendacidad a niveles tan altos del periodismo nacional y la política habría hundido carreras. Todavía tengo la esperanza de que esto termine por ocurrir aquí, pero no estoy apostando por ello.